Curso de Reflexologia

Curso de Reflexologia

Mediante la práctica que se realiza en clase con diferentes pacientes el alumno aprende a realizar el tratamiento adecuado para cada persona (variando la sensibilidad, la presión, textura, durezas…).

El reflexólogo debe tener unos conocimientos teóricos que le permitan comprender qué parte del cuerpo está afectada en cada tipo de enfermedad, para centrarse en el tratamiento del pie sobre estos puntos y obtener un resultado más rápido y favorable.

A través del estudio de la anatomía y fisiología se realiza correctamente el trabajo reflejo sobre el órgano (debemos saber su localización, forma, textura, tamaño y su conexión proximal y distal) asimismo es necesario realizar una buena ficha clínica del paciente para aplicar el tratamiento.

En clase se aprenden también buenos hábitos posturales para los alumnos para la correcta aplicación de la reflexología (mano firme pero flexible, hombros relajados, espalda recta).

El tratamiento directo del reflejo en el pie, puede informarnos sobre alteraciones que se están desarrollando o bien que ya se han formado.
Se puede considerar también como un sistema de tratamiento preventivo.

La reflexología no pretende sustituir los tratamientos médicos, pero los complementa eficazmente al intensificar su acción y favorecer una recuperación más rápida del estado general, especialmente en períodos de convalecencia o postoperatorio.

La reflexología es a la vez un arte: a través de las diferentes prácticas se adquiere habilidad, técnica precisa, es una forma de escuchar a la otra persona.

El estado de salud depende del equilibrio del organismo, es decir del buen funcionamiento de todo nuestro cuerpo. El exceso de estrés rompe el equilibrio impidiendo el buen desarrollo de las diferentes funciones. Dentro del concepto de salud “nuestro cuerpo es tan fuerte como su parte más débil” se puede entender fácilmente que el estrés actúe de forma negativa sobre nuestros puntos más débiles y pueda llegar a provocar situaciones de verdadero peligro para la conservación de nuestra salud integral.

La reflexología alivia los efectos del estrés a través de la relajación profunda que permite al sistema nervioso funcionar con más normalidad. Los procesos de circulación de la sangre se realizan de forma más fluida, permitiendo un aumento del flujo sanguíneo y una buena oxigenación. Las terminaciones nerviosas de los pies tienen extensas interconexiones a través de la médula espinal y el cerebro con todo el cuerpo.

La reflexología consigue sus efectos mayoritariamente a través del sistema nervioso autónomo, equilibrando las acciones opuestas de sus dos divisiones principales: por un lado está el sistema simpático, cuyos impulsos suelen dominar cuando el organismo se encuentra en una situación estresante (por ejemplo aumenta el ritmo cardíaco o se estimula la producción de adrenalina); por otro lado los impulsos del sistema parasimpático suelen dominar cuando el cuerpo se halla en un estado de relajación y activan la digestión (por ejemplo se reduce el ritmo cardíaco y se estimula la producción de jugos gástricos). Dado que en la vida diaria abunda el estrés el sistema simpático suele ser más activo, la reflexología generalmente se ocupa de incrementar la actividad del S. N. parasimpático. Por esto durante el tratamiento de reflexología suele disminuir el ritmo cardíaco del paciente.

A través de la reflexología tratamos en manos y pies todos los órganos, glándulas y partes del cuerpo ayudamos al cuerpo a lograr la homeostasis (palabra que procede del griego y que significa estado de equilibrio) podemos ayudar a órganos hiperactivos o glánd ulas a volver a la normalidad a su nivel de funcionamiento, o a la inversa, si el órgano o la glándula están por debajo de su funcionamiento se puede ayudar para activarlos. La reflexología estimula los sistemas nervioso y vascular aumentando el suministro de sangre.

A través de la reflexología se pretenden corregir tres factores que pueden estar implicados en el proceso de enfermedad: congestión, inflamación y tensión (esta última influye directamente en el descenso de la eficacia del sistema inmunitario) con la reflexología se ayuda al cuerpo a acelerar la eliminación de productos de desecho, de modo que las toxinas no se acumulen en niveles nocivos para el hígado, riñones o intestino.

Un médico japonés Hiroshi Motoyama ha cartografiado eléctricamente las terminaciones meridianas en manos y pies, ideando una máquina que detecta las obstrucciones de energía midiendo los cambios en los impulsos eléctricos en las terminaciones meridianas así se puede diagnosticar la enfermedad antes de su manifestación física. Con esta máquina se afirma lo que ya se sabía anteriormente: si un punto meridiano se bloquea el flujo de energía decrece o se sobrecarga y se produce una congestión en dicho lugar.

Posteriormente esta congestión se puede manifestar físicamente como una enfermedad en esa parte u órgano del cuerpo. Muchas terapias se basan en liberar los flujos de energía bloqueada para conseguir el autoequilibrio de la persona.

En el curso de reflexología se aprende a realizar detalladamente la ficha del paciente, y a través de las enseñanzas teóricas y las prácticas con diferentes pacientes el ir acomodando el grado de presión ya que la textura y sensibilidad varía de una persona a otra.

¿ Que aprenderás en el curso ?